Silvio Rodríguez es un cantautor interesante. Me gusta su estilo de música porque usa instrumentación sencilla, usualmente una guitarra, pero podía evocar mucha emoción con esta instrumenta en combinación con su voz fuerte.
La primera canción que escuché fue “Mi Unicornio Azul.” Esta canción tiene un tono muy triste. El cante ha perdido su único unicornio azul. Él dice que, “ si alguien sabe de él, le ruego información, cien mil o un millión yo pagaré.” Es obvio que este unicornio es algo muy importante en la vida de este hombre. Pienso que esta canción llena de emociones es sobre algo más importante que un “unicornio.” Es posible que el unicornio es un símbolo profundo para algo como la niñez/inocencia o un sueño. Estas son cosas que se pierde en la vida.
Otra canción interesante de Rodríguez es “Aceitunas.” Esta canción me parece un poco rara; es una canción del amor para una mujer y del amor para los aceitunas. Empieza estas líneas, “ Tus piernas de tres a seis de la tarde/ en la memoria de pronto me arden/ y cuando quiero aliviar mi locura/ sólo me clama comer aceitunas.” No sé que Rodríguez quiere decir con estas palabras. Creo que es posible que él está tratando de mostrar que sus sentimientos para esta amante perdida ya no existen porque algo tan insignificante como un aceituna puede “calmarle.”
La canción final que quiero discutir es “Mujeres.” El video que miramos con esta canción fue un montaje de pinturas de mujeres. Rodríguez repita la frase, “me estremecio la mujer que…” y describe diferentes tipas de mujeres. Pienso que el clímax de esta canción es cuando dice, “pero lo que me ha estremecido/ hasta que perder casi el sentido/ lo que a mi mas ha estremecido/ son tus ojitos, mi hija/ son tus ojitos divinos.” Pienso que estas son palabras bonitas y cariños de padre a hija.
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