Me encantan las canciones de Víctor Jara. Creo que él es mi cantautor favorito de este curso hasta ahora. Me siento una conexión con él a causa de sus mensajes fuertes sobre los derechos humanos, algo que me interesa muchísimo. En su entrevista, Jara expresa sus sentimientos sobre el papel de la canción en la situación en Chile de los años setentas. Dijo que Chile, y Latinoamérica en general, necesita música con mensajes, especialmente de protesta y rebeldía. Jara pensaba que estas canciones de rebeldía y solidaridad fueron un parte muy importante en la agrupación de la gente trabajador de Chile para construir un país libre (el opuesto del Chile de Pinochet).
Muchas de las canciones de Jara tienen algo que ver con el trabajo y/o los trabajadores; por ejemplo, “Te recuerdo Amanda,” “Cuando voy al trabajo,” y “Plegaria a un labrador.” Pienso que esta énfasis en los trabajares es presente en las canciones de Jara porque ellos son la audiencia que él quiere alcanzar con sus mensajes. Por eso, él incluye estas cosas cotidianas/familiares de la vida de la gente normal de su país para interesarles en sus canciones. Un ejemplo de eso es “Plegaria a un labrador.” En esta canción, Jara se dirige a los agricultores de Chile y les dice a ellos que sus tierras necesitan su protección contra la amenaza de “la mísera” que “domina” el país. Jara manda que el labrador “levántate y mírate las manos,” estas manos que cultivan las tierras también pueden ser usadas para “combatir” las fuerzas del malvado.
Pienso que “Canto libre” es otra canción muy poderoso. Es muy corta y sencilla, pero transmita un mensaje esencial: la canción tiene el poder de luchar para la paz, si la cantamos juntos. Hay algunas metáforas fuertes que apoyan este punto; él compara su canción con una palomo (símbolo universal de la paz), y con una cadena que reúne la gente en la búsqueda para la paz.
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